Los planes que tiene el Gobierno de subir los impuestos sobre el gasóleo, supondrá un sobrecoste de 1.000 euros anuales para unos 56.000 transportistas que ejercen la actividad con vehículos de menos de 7,5 Tn. y que por tanto no tienen derecho a deducirse este incremento en la partida de gasóleo profesional, porque no están incluidos en el gasóleo profesional. Esto supondrá una recaudación extra para el Estado de 100 millones de euros/año.
El Gobierno pretende votar esta subida de 10 céntimos/litros en los impuestos del gasóleo, lo que supone un incremento del 25%, esta semana, al no haber contado con apoyos para sacarlo adelante hasta ahora en el Congreso de los Diputados. El objetivo de esta subida es equiparar el impuesto que soporta el diésel con el que soporta la gasolina, que es mandato europeo y tiene su razón de ser en el mayor componente contaminante del diésel frente a la gasolina.
Está claro que los principales perjudicados van a ser unos 56.000 transportistas, en su mayor parte autónomos o microempresas, y no las grandes corporaciones como señala el Gobierno en su enmienda, que difícilmente van a poder repercutir este incremento del coste del gasóleo. Por eso, la Federación no descarto llevar a cabo movilizaciones en el caso de que, junto con la subida, no se establezca un mecanismo fiscal que permita a estas empresas amortiguar el impacto de esta subida del gasóleo.