Con la publicación del Reglamento de la Unión Europea 2019/2144 se modifica y deroga normativa relevante hasta la fecha, en materia de homologación y seguridad de vehículos, para seguir evolucionando y adaptando los avances tecnológicos en las mejoras de las medidas y sistemas de seguridad en vehículos, en lo que respecta a su seguridad general y a la protección de los ocupantes y de los usuarios vulnerables de la vía pública.
Distracciones, uso de móviles, exceso de velocidad, somnolencia, consumo de alcohol … Son situaciones de riesgo, que desgraciadamente se dan con demasiada frecuencia y que ponen en peligro la integridad de uno mismo y la de terceros, lo que se pretende minimizar y evitar con la obligatoriedad de ampliar los sistemas de seguridad en los vehículos a partir de mayo de 2022 para que el vehículo se pueda comercializar en Europa debe contar con sistemas como:
Cámara de marcha atrás
Detección de puntos ciegos
Mantenimiento de carril
Frenada de emergencia
Aviso frenado de emergencia
Control de velocidad adaptándose a la velocidad del tráfico.
“Caja negra “(registro de eventos)
Sistema de estado del conductor
Reconocimiento de distracciones
Detector de alcoholemia, irá conectado al arranque del coche.
El periodo de adaptación que marca la normativa para que los vehículos puedan incorporar estos sistemas de seguridad es hasta el año 2024.
Ha generado mucho debate y controversia la obligación de poner algunos sistemas como “La caja negra” entendiendo que invade una parte de privacidad de la persona. Pero en principio irá grabando y borrando información de forma automática, será anónima, sin grabar video y audio. Solo guardará en caso de accidente los 30 segundos previos y los cinco posteriores al siniestro.
Los datos que en principio registrará son:
El funcionamiento de airbags, cinturones de seguridad y asistentes de conducción.
La frenada, movimientos del volante y posición del acelerador, las revoluciones del motor.
La fuerza del impacto frontal y lateral.
Además, ayudará a establecer las causas de los accidentes, reconstruir accidentes, crear programas de seguridad vial, etcétera.
Se tiene previsto ampliar con otros sistemas adicionales para el 2026.
Según el informe publicado a finales de 2021 por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), sobre los accidentes laborales que se produjeron en el 2020 se han contabilizado un total 505.528 accidentes de trabajo con baja, de estos 52.248 fueron accidentes de tráfico, representando un 10,3% del total de accidentes de trabajo. El 25,8% de estos accedentes laborales de tráfico fueron accidentes mortales, el 19,7% graves y 10,2% leves.
Estas cifras comparadas con 2019 representan una disminución significativa de la siniestralidad, siendo algo excepcional ya que en 2020 la mayoría de los sectores se vieron afectados por las restricciones llevadas a cabo a causa del virus del SARS-CoV-2.
Para consultar esta normativa: https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=DOUE-L-2019-81951